El trabajo de la española Gloria Arranz es como un viaje de descubrimiento, pues sus cuadros, repletos de colorido y movimiento parecen querer adentrarnos en un mundo mágico  y personal de su invención que habita en su cabeza.La riqueza de las formas y, sobre todo, el color todopoderoso, nos  acercan a su universo simbólico que es fiel reflejo  de la más íntima expresión del subconsciente, pues como ella misma explica, sus cuadros fluyen durante el proceso creativo para captar mediante símbolos    otras realidades alternativas surgidas de un lugar indefinido, allí dónde se juntan realidad y fantasía .Autodidacta, de vocación tardía, no fue hasta que una caída la obligó a estar inactiva que descubrió casi por casualidad que tenía ese don.Ayudada por la meditación, su creatividad se disparó y desde entonces no ha parado de pintar.Reconoce que para ella el arte, como la vida, es algo cambiante y dinámico. Siempre hay una búsqueda, afirma.Mis cuadros son diferentes y únicos porque provienen de algún lugar que no parece de este mundo y porque simbolizan las múltiples facetas del alma humana: La osadía, la fiereza, el amor, la inspiración artística….reducidos a imágenes simbólicas y poderosas.Es por eso que en sus  
exposiciones  sus cuadros se acompañan de pequeños textos que ayudan a la comprensión última de su obra.En la actualidad está jubilada, tras toda una vida dedicada a la docencia y disfruta de su tiempo viajando y pintado, a caballo entre Galicia y La Rioja dónde pasa largas temporadas.